Pues sí, la Navidad es tiempo de espera, y si no, que se lo digan a todos esos chinos que se quedaron petrificados haciendo cola para las compritas navideñas. ¿Guerreros de Xian? Paparruchas.
¿Y qué me han traído a mí estas Navidades?
Pues, de momento, ningún abrigo de piel de marta, pero tampoco ha tenido que aguantar ninguna suegra. Como dicen los cursis y el señor Coelho, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana.
Por cierto, yo me pregunto: ¿qué pasa cuando se abre un butrón? Que te roban, ya te lo respondo. Pero ¿qué responde a eso el señor Coelho? Aaah, me encanta poner contra las cuerdas a los optimistas panolis.
Pero seamos optimistas (optimistas no panolis). Ya ha pasado una parte de la Navidad. Y todo hace pensar que en el 2010, todos esos esposibles ansiosos por ponerse en contacto conmigo (esos sí que son un ejército, y no los de Xian) ¡¡podrán dejar comentarios en este blog y rondarme con ese estilo y esa elegancia que les caracterizan!!
¡¡Comentaristas a mí!!
Ah, y por si no quedó claro, fans de Paulo Coelho abstenerse.