¿Dónde buscar un esposible? Aquí, claro. Pero la fiesta de ayer también resultaba de lo más prometedora. Era una fiesta cool, aunque menos cool que antes. Los sofisticados bombones de otros años dieron paso a una lluvia de albóndigas. La crisis. Juro que solo nos dieron conguitos, albóndigas y champán. Eso sí, albóndigas diminutas con mermelada de no-sé-qué (posiblemente, de je-ne-sais-quoi).
Edito: me entero de que las dichosas albóndigas son una tapa sudafricana llamada skilpad. Muy finas y muy cosmopolitas, pero repetían como las albóndigas de la abuela.
En fin, a lo que vamos. Fabulosa fiesta cool. Gente con cosas en la cabeza (plumas, caspa, boinas, sombreros...). Y de pronto lo veo: un ESPOSIBLE como la copa de un pino. Estudié con él y hacía años que no lo veía. Está más que estupendo y ahora es... arquitecto.
Arquitecto es lo más que se puede ser. Bueno, lo más es ser esposa de arquitecto y tener la editorial de arte más lujosa del mundo. Pero Elena Ochoa solo hay una. ¿Habrá más de un Norman Foster? Voy a comprobarlo. Me acerco al esposible:
-¡Hola! ¡Cuánto tiempo!
-¡Hola! ¿Qué tal?
Cháchara intrascendente.
-Luego te presento a mi novia -dice el arquitecto.
No esposible.
También había un negro imponente en la fiesta. Probablemente noruego. ¿Sería arquitecto?
Si eres arquitecto, negro o de otro color, no dejes de ponerte en contacto conmigo. Soy la mejor habitando casas de autor. ¡¡Arquitectos a mí!!PD: Lo de las etiquetas es un cebo, claro. Perdona si llegaste aquí por ellas, aunque piensa que has tenido suerte. Acabas de encontrar a la mujer de tu vida.
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